En la industria alimentaria, comprender las sutilezas entre el procesamiento y la fabricación de alimentos requiere un cierto nivel de experiencia. Sin embargo, es universalmente reconocido que ambos sectores requieren normas estrictas de higiene y limpieza. Esto incluye el uso de equipo de protección personal (EPP) por parte de los trabajadores, el lavado regular de manos y la utilización de equipos y maquinaria que puedan desinfectarse fácilmente y sean aptos para los alimentos.
El procesamiento de alimentos transforma las materias primas en ingredientes; por ejemplo, al moler granos para obtener harina. Por el contrario, los fabricantes de alimentos adquieren estos ingredientes para producir productos terminados, como un pastel. Un aspecto crucial que comparten ambos sectores es el levantamiento y transporte de ingredientes, ya sea en su forma cruda o en posprocesamiento. La naturaleza de la producción o fabricación en masa a menudo implica levantar objetos pesados y repetitivos, lo que plantea riesgos potenciales de lesiones a los trabajadores y trastornos musculoesqueléticos a largo plazo. Es de suma importancia mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores y al mismo tiempo garantizar que los alimentos que se fabrican o procesan sean seguros para el consumo.
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